Una Voz Silenciosa: Koe No Katachi

¿Te has arrepentido de algo? Shoya era un niño que molestó a Shoko la nueva niña del salón por ser sorda. Las burlas de este continuaron hasta que Shoko se cambió de escuela. Varios años después un atormentado Shoya busca reencontrarse con su ex-compañera y redimirse ¿Podrá ella perdonarlo o será demasiado tarde?

A veces las producciones audiovisuales por más efectos especiales que tengan terminan dejándote con un vacío, otras son geniales éstos pero sólo se queda en una película con una buena estética. Cada vez son menos aquellas que te dejan algo más, un mensaje, una enseñanza.

Actualmente en la sociedad experimentamos el llamado bullying con cada vez más frecuencia y si, se van creando materiales audiovisuales que intenten enseñar, pero algunos resultan más violentos y asustan más de lo que educan.

En este caso, esta simple película nos plantea el problema, muestra la actitud de los adultos ante lo que hacen sus hijos (claro, en otra sociedad), cómo intentan reparar el daño, y también los diversos escenarios que se pueden dar conforme la vida, los años y el tiempo pasan.

Cierto que se toca otro tema sensible como lo es el suicidio, pero al final las cosas se buscan resolver por otros medios no tan extremos. Tenemos personajes que brindan ayuda a otros, el proceso del cambio en la actitud al madurar, el sufrir por no querer ver las cosas como son y la soledad como problema principal.

Llamar la atención, sentirse integrado a otros aun cuando lo que se hace está mal ¿y todo por qué?, nuevamente, por soledad.

Las películas y cuentos no van a resolver los problemas que tenemos como individuos, como familias, como sociedad o país, pero si pueden intentar hacernos reflexionar y buscar que si nos toca educar a alguien, lo hagamos de mejor manera por el bien común. Y en este caso Una Voz Silenciosa: Koe No Katachi, es el ejemplo perfecto de una buena película para pasar en familia.

Dejando de lado que sea japonesa pues pone en práctica muy bien lo que dijo Don Benito Juárez, “El respeto al derecho ajeno es la paz”.