Egoísmo, parte de la naturaleza humana.
Un desastroso virus se expande por Corea del Sur, provocando importantes altercados. Los pasajeros de uno de los trenes KTX que viaja de Seúl a Busan tendrán que luchar por su supervivencia. –Sinopsis Cinépolis-
Hace ya tiempo que se estrenó en varias partes del mundo, pero en el corral donde residimos apenas es que fue exhibida en las dos cadenas de cines locales. El día que acudí a verla, fue uno de los conflictivos en la ciudad por los saqueos que supuestamente eran parte de las protestas por el gasolinazo. En la sala estábamos seguros pero aun así tuve que abandonarla pues la amenaza de que pronto llegarían a la plaza los disturbios, era cada vez más alarmante.
Me fui con sólo 39 minutos de la película y quedé con la casi obsesión por verla así que tuve que repetir la ida. Y cada minuto que vi valió la pena, se los puedo asegurar.
Más que una película de zombies como las que actualmente tenemos, que tratan de gente que intenta sobrevivir y que van desde las más sencillas, con criaturas lentas que apenas si pueden caminar, hasta aquellas donde ya “evolucionaron” (y que son más mutantes que los muertos vivientes originales) y es necesario el uso de súper armas y tácticas especiales para vencerlos, esta producción se enfoca más en temas como compasión, compañerismo, responsabilidad, amor, sacrificio, egoísmo…
A mi parecer- intenta mostrar lo que es en esencia la raza humana, cómo reaccionan las personas frente a las adversidades que se les presentan y cómo éstas pueden llegar a cambiarnos, relegando a los monstruos y el origen del virus en segundo término.
Tenemos a la pareja que espera un bebé con un esposo que en verdad se preocupa, el padre con una niña pequeña a la que quiere pero que por su trabajo no puede estar mucho con ella, a los estudiantes que se enfocan más por su vida amorosa, al vagabundo indeseable… Hay personajes de todo tipo con los cuales es fácil identificarse y que van manejando un rol diferente según va avanzando su participación en la historia.
Y por lo mismo llega el punto en que uno se dice, Caray, la humanidad es así sin duda y hasta peor, entonces, ¿estamos jodidos?, o, ¿yo podría llegar a ser así?, si se diera el caso, ¿podría realmente pensar en los demás en lugar de sólo en mí? En la misma un personaje lo dice,
“En momentos así, sólo debes pensar en ti mismo.”
No daré muchos detalles porque si no la han visto no quiero arruinárselas, pero lo cierto es que los mantendrá al borde del asiento y si son sensibles –o aún sin serlo tanto- les hará derramar algunas lágrimas por las situaciones que presenta la trama.
Tren a Busan. Estación Zombie, es una historia que puede hacer que pierdas la fe en la humanidad, pero de igual forma te hace creer de nuevo, comprobando eso de que la esperanza muere al último, aun con todo el egoísmo que domina nuestra raza.
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