Casi dos horas es lo que dura la película, pero lo cierto es que parece que se fuera en un suspiro pues posee una trama muy interesante, intensa y sensible, que te atrapa desde los primeros minutos.
Los “personajes principales”, interpretados por James McAvoy, son parte de Kevin. Un chico torturado por su madre desde pequeño y que como método de sobrevivencia, desarrolló a lo largo de su vida, 23 personalidades de diferente edad, IQ, sexo, físico, orientación sexual e incluso estado de salud, que le daban o ayudaban con ciertas situaciones que le eran muy difíciles de superar.
Una de ellas, Dennis, termina raptando tres chicas, dos de ellas a quienes aparentemente, había estado acechando, llegando a la conclusión de que necesitaban algo así como purificarse. Para su mala suerte, Casey se encuentra con las otras al momento del secuestro “por error” y es llevada con las otras.
Es la primera –dada su formación y estilo de vida- que termina “entendiendo” mejor lo que sucede con su atacante, la única que parece darse cuenta de que puede aprovecharse de ello, algo que no captaron en su momento las otras y que desemboca en la separación del grupo, las cuales –a su manera- serán testigos del surgimiento / nacimiento de la personalidad 24.
Las escenas son tratadas de tal manera que no sabes lo que sucederá en la siguiente y que te mantienen atrapado al punto de que no quieres que termine, llegando a un final que no te esperas en ningún sentido, créeme.
Es una película con una trama que se enfoca más en temas profundos, dejándonos muy en claro que hay un porcentaje de humanos, que tienen que pasar por momentos difíciles, los cuales pueden causar ciertos traumas que los perseguirán para toda la vida. Algunos que se podrán superar, vivir con ellos o que terminarán por distorsionarnos. Mientras que otras personas simplemente pasan sin experimentar lo que es el verdadero dolor.
Pero esta cinta también tiene sus momentos cómicos, como cuando una de las personalidades, Hedwig un niño ya entrando a la pre adolescencia, “besa” a Casey y le dice que espera no haberla embarazado. O como cuando la lleva a su habitación y empieza a bailar y cuando le muestra su grabadora que está a un lado de su ventana…
Si aún no la has visto te invito a que lo hagas, no te arrepentirás pues te deja con un buen sabor de boca, sin tener la sensación de que desperdiciaste dos horas de tu vida por nada. Te hará pensar y dudar sobre si el protagonista, era bueno, o malo y sobre todo te dejará con la incógnita de si lo siguiente es cierto, tal como uno de ellos dijo:
“Nosotros somos, lo que creemos que somos”.
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