top of page

Él me mintió...

Foto del escritor: NeptuneNeptune

Actualizado: 10 jun 2018

Él me dijo que me amaba y no era verdad, él me mintió…


Seguramente recuerdan esa canción de Amanda Miguel, y si no, pueden escucharla para que sepan más o menos de lo que hablo.


Esta es la historia de Ricardo, una llena de dolor y tristeza, sentimientos que hasta la fecha siguen acompañándolo pues, no se puede dejar de amar a alguien de la noche a la mañana, aun cuando esa persona nos engañó.


Todo comenzó hace algunos meses. Estaba viviendo una temporada de soltería enfocándome a la escuela, mis amigas y el trabajo. Mi vida transcurría felizmente y fue todavía mejor, cuando en la tienda, me encontré con alguien conocido de tiempo atrás y quien me sacó una enorme sonrisa.


Me invitó a salir y en esas andanzas, vagando por la ciudad me contó muchas cosas sobre él, quién era (ya que solo lo conocía de vista), a lo que se dedicaba, su familia… Lo típico y lo sentí tan genuino que en ningún momento pensé que podría engañarme y no lo hacía.

Me dijo que desde hacía un par de años que me conocía, me observaba al pasar con mis amigas cuando estaba en la secundaria y que se había enamorado de mí desde esos momentos, aunque prefirió no decirme nada pues era mucho mayor que yo…


Y sí, yo también me enamoré de él.

¿Y cómo no hacerlo?


Era muy guapo, me trataba como ninguna de mis otras parejas lo había hecho y… era un hombre establecido, con un negocio y hogar propios, tierno… En verdad me enamoré como nunca. Tan así que decidí presentárselo a mi mamá y como él estuvo de acuerdo, me sentía en las nubes, como el hombre o chico, más afortunado del mundo.


Todo siguió su curso e iba genial. Mi mamá y él congeniaron, me daba permiso de salir con él cuando me invitaba a almorzar a su casa o en algún otro lugar. Nosotros… nos amábamos de todas las maneras y me sentía muy cómodo con él, con su anatomía.


Lo único que no me gustaba o me entristecía a veces, era que no me presentaba a su familia. Decía que era porque hacía poco que terminó con su otra pareja y que su gente no tomaría muy bien el que les presentara a otra pareja tan pronto y aparte que yo fuera tan joven. Me dolía, pero era coherente lo que me decía y confiaba en Roberto, porque no había nada que me hiciera dudar de su palabra.


Pero como pasa en las novelas, la gente no puede ser feliz siempre, algo tiene que pasar…


Una mañana apenas si llegué a trabajar, una de mis compañeras me dijo que había visto a mi novio el día anterior en la moto ¡y que llevaba a otro! Lo peor, por cómo me lo describió, se trataba de su ex.


Me sentí terriblemente mal y pedí permiso a mi jefa para irme. Fue comprensiva y aunque pensé en ir a mi casa para pensar mejor en lo que debería hacer, mis pies me llevaron directo a su negocio. Siempre he sido un chico impulsivo y si tenía que arder Troya, pues que así fuera.



Estuvimos hablando y él siempre lo negó hasta que después de mucho confesó que era cierto, pero que sólo se había ofrecido a llevarlo a su casa, como simples amigos, no habían hecho nada que pudiera afectar su juramento de fidelidad hacía mí, conmigo.

Mis amigas comenzaron a decirme que eso ya no era una buena señal, que si me había ocultado información era por algo. Yo tomaba sus puntos de vista, pero mi amor era más grande y le creí a él ciegamente.


Seguimos adelante, pero desde ese primer incidente ya no fue lo mismo de antes, porque empezaron a haber actitudes que no me gustaban de él y me hacían dudar de lo que me decía. En ocasiones lo llamaba, pero no me contestaba por horas, me bloqueaba en whats para que no pudiera mandarle mensajes y si le preguntaba, decía que era porque necesitaba concentrarse en el trabajo.


Mis amigas me decían que ya dudaba mucho de él, que la confianza casi se había perdido y que una relación así no duraría, pero yo seguía ignorándolas hasta que… sucedió lo peor.


Una tarde cuando volvía a mi casa, me encontró el ex, se me acercó y comenzamos a hablar. Me di cuenta que en realidad yo era el otro, el amante pues él y Roberto eran novios desde hacía bastante tiempo.


Nos había engañado a los dos y decidimos ir juntos a enfrentarlo.


Pero como cobarde salió corriendo de su negocio al vernos a los dos y nosotros tras él persiguiéndolo hasta que lo alcanzamos y… Ambos terminamos con él, le pedimos que no nos buscara más y juntos, el novio y yo caminamos otro poco. Ahí nos dimos cuenta de algo curioso, los dos teníamos el mismo modelo de celular que Roberto, nos había comprado.


Al novio porque los asaltaron y prefirió dar él su teléfono y no el de Roberto y a mí, porque destruí el mío el día que le reclamé… casi aventándoselo.


Sé que lo mejor fue haber terminado, pero aun así, sigo amándolo, extrañándolo y deseando que las cosas hubiesen sido diferentes y así estar juntos todavía, siguiendo y construyendo nuestros sueños.


En ocasiones soy optimista y pienso que encontraré la felicidad de nuevo con otro. Pero en los peores momentos, la desesperación es tan grande que quisiera volver de nuevo a sus brazos, no importa si tengo que ignorar, que me engañó…


Pero ya me bloqueó en todas las redes sociales, creo que cambió de número de cel y no lo he vuelto a ver y esto ya no tiene compostura, ¿o ustedes qué creen?


Ricardo.

14 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Komen


© 2018

bottom of page