Siempre me ha parecido curioso el título desde que supe de la existencia de este lugar –por alguna revista que ya no recuerdo- y desde entonces quise asistir y probar algún cachito.
Tardé un poco de tiempo pero por fin pude viajar a la Cd. de México y ya andando por la calle Puebla, me decidí a recorrer todo ese camino al local. Definitivamente una cosa es la realidad y otra lo que Google Maps te dice, nada que ver con el tiempo estimado –y eso que camino rápido- y lo peor era el sol, que si bien estaba medio nublado ese día, la temperatura era caliente.
Total, toda asoleada llegué y apenas entrar se siente una buena vibra. Es un local pequeño pero el recibimiento por parte de Kira es algo diferente a la mayoría de los establecimientos. Todo el lugar se veía y estaba muy limpio y apenas si divisé los cachitos no pude decidirme por cuál de ellos debía probar primero, si un salado o dulce.
Opté por ambos pero los pedí para llevar pues tenía el tiempo muy justo y debía volver. Pero eso sí, la atención por parte de –me imagino- es la propietaria fue excelente, muy amable y sonriente. Le pedí si podía tomar algunas fotos y gustosa dijo que sí.
Los ingredientes son de muy buena calidad, el cachito que comí de frutas estaba delicioso y se veía todo del día, nada de fresas pachiches o que ya saben de días. Mis otros cachitos volaron, pues mi familia se hizo con ellos, pero sin duda cuando vuelva a la ciudad, Cachito mío será una para obligada.
Pd. Las mermeladas de fruta natural son geniales.
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